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Foto del escritorAdriana Castro Figueroa

No te obligues a sentir gratitud.

El año pasado me llamó la atención ver un aumento en las publicaciones sobre gratitud relacionadas con el Día de Acción de Gracias. Esta, es una de las celebraciones más importantes en Estados Unidos y se festeja cada año el cuarto jueves de noviembre con la intención de dar gracias por lo que se tiene.

Se celebra a través de una cena familiar en la que se come pavo y cada persona agradece las bendiciones que ha tenido durante el año.


Quizá este aumento de gratitud en las redes sociales se debe a que la pandemia nos sensibilizó sobre la importancia de apreciar lo que sí tenemos en la vida en lugar de solo centrarnos en ver nuestras carencias.


La gratitud es uno de los componentes que generan felicidad porque nos permite apreciar que nuestra vida es buena. De acuerdo con la psicología positiva hay otros elementos que también son poderosos para aumentar la felicidad como lograr metas, apasionarnos por nuestro trabajo y tener vínculos afectivos... pero ninguno es más rápido como la gratitud para comenzar percibir sus efectos en nuestro nivel de felicidad.

En el caso de las mujeres, culturalmente hemos sido educadas para ser más expresivas en cuanto a nuestras emociones. De hecho, un estudio señala que los hombres muestran menos sentimientos de agradecimiento en situaciones sociales que las mujeres. Así que en este sentido, quizá nos es más fácil experimentar los beneficios de ponerla en práctica.


Siempre pensé que la gratitud tenía un efecto positivo y que todas las personas deberíamos de incorporarla a nuestro día a día… hasta que llegó este año y mi perspectiva cambió.

Te invito a leer mi artículo completo dando click en el siguiente enlace:




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